EL VERDE DEBE SER AZUL
La frase "El verde debe ser azul" encapsula perfectamente la necesidad de integrar la sostenibilidad (verde) con la viabilidad económica (azul) en las empresas, destacando cómo las prácticas sostenibles no deben ser vistas como un costo o un objetivo dificil de alcanzar, sino como una estrategia que agrega valor real a la organización.
Para esto, debemos tener dentro de la estructura de la empresa a una persona que sea capaz de responder a las mas dificiles preguntas sobre porque debemos implementar acciones verdes o sustentables, como voy a generar mayor rentabilidad, porque tengo que ser responsable con el medio ambiente y con la sociedad que me rodea, todas esas preguntas las podra responder un gerente de sostenibilidad, el que desempeña un papel crucial en las organizaciones modernas que buscan ser responsables al asegurar que sus operaciones sean socialmente justas, con un modelo de gobierno alineado con la sostenibilidad y que el medio ambiente sea una de sus prioridades para llevar adelante la operación.
Un líder de sostenibilidad desempeña un papel crucial en las organizaciones, ya que su objetivo principal es desarrollar e implementar estrategias que minimicen el impacto operativo de la organización en la gestión de recursos humanos y físicos, así como en la reducción de emisiones contaminantes. Entre sus responsabilidades se incluye evaluar las prácticas actuales de sostenibilidad, identificar áreas de mejora y proponer soluciones innovadoras que integren criterios ambientales en la estrategia corporativa.
Es importante considerar la relación entre sostenibilidad y resultados financieros, ya que esta conexión es fundamental para el éxito a largo plazo. La sostenibilidad se centra en prácticas responsables que benefician al medio ambiente y a la sociedad; sin embargo, es crucial reconocer que, sin resultados financieros positivos, estas iniciativas pueden volverse insostenibles con el tiempo.
La integración con la sostenibilidad en el modelo de negocio siempre invita a generar reducciones en costos operativos, ya que, por ejemplo, la eficiencia energética podrá disminuir significativamente las facturas de energía, mientras que la optimización de recursos y la reducción de desperdicios contribuyen a un uso más eficiente del capital de trabajo, impactando en los márgenes de beneficio y, en consecuencia, fortalecer la salud financiera de la organización.
Además, las empresas sostenibles pueden mejorar su reputación y atraer a un segmento creciente de consumidores conscientes del medio ambiente, generando precios premium para productos ecológicos, generando mayores ingresos. La lealtad del cliente también tiende a ser más fuerte entre aquellos que valoran la sostenibilidad, lo que puede resultar en una base de clientes más estable y rentable. Asimismo, los inversores están cada vez más interesados en empresas que demuestran un compromiso con la sostenibilidad, generando un acceso más fácil a financiamiento y capital, ya que muchos fondos de inversión y bancos priorizan criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) al evaluar oportunidades.
Aunque la sostenibilidad tiene un enfoque social y ambiental, su integración efectiva en la estrategia empresarial debe estar alineada con la generación de resultados financieros positivos. Sin una base financiera sólida, las iniciativas sostenibles corren el riesgo de ser efímeras. Por lo tanto, una gerente de sostenibilidad debera estar enfocado en buscar un equilibrio entre los objetivos económicos y los compromisos con la sostenibilidad para garantizar la viabilidad y éxito a largo plazo de la organización que está liderando.
Siguiendo con las tareas asociadas a la sostenibilidad, la posición de gerencia debera buscar las herramientas para integrar la sostenibilidad en la cultura organizacional, que es un proceso estratégico que requiere un enfoque holístico y el compromiso de todos los niveles para lograrlo, ya que es fundamental que los valores de sostenibilidad estén reflejados en la misión y visión de la organización, lo que demuestra un compromiso auténtico con el modelo estratégico que ahora incluye ser sostenibles. Incluido en la tarea anterior esta fomentar la participación de los colaboradores en proyectos relacionados con la sostenibilidad, buscando crear un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida. La educación y formación continua son esenciales para mantener a los colaboradores informados sobre las mejores prácticas en sostenibilidad.
Medir el impacto de la sostenibilidad en la cultura organizacional también esta incluido en la descripción de puesto del gerente, ya que debera gestionar una variedad de herramientas y enfoques que permitan evaluar el compromiso de los colaboradores como los resultados de las iniciativas sostenibles. Debera trabajar en forma conjunta con el área de capital humano para llevar a cabo encuestas de clima laboral, que ayudaran a recopilar datos sobre cómo los colaboradores perciben las prácticas sostenibles y trabajar en desarrollar los indicadores clave de rendimiento (KPI) relacionados con la sostenibilidad, como la tasa de retención, el nivel de satisfacción del cliente y la productividad. Estos indicadores permiten a las organizaciones identificar correlaciones entre una cultura organizacional sólida y el desempeño sostenible. Por otro lado, las entrevistas y grupos focales ofrecen una comprensión más profunda de las opiniones y sentimientos de los empleados, lo que puede revelar áreas donde se necesita mejorar la integración de la sostenibilidad.
COMO MEDIR EL IMPACTO
Finalmente, el uso de modelos como el Triple Bottom Line o el cuadro de mando orientado a la sostenibilidad permite evaluar el rendimiento en términos económicos, sociales y ambientales, proporcionando un marco más amplio para medir cómo la sostenibilidad impacta en la cultura organizacional. Al combinar estos métodos obtendrá una visión clara del impacto que sus esfuerzos en sostenibilidad tienen en su cultura interna y en su éxito general.
Hablando de competencias, el gerente de sostenibilidad necesita una combinación de habilidades técnicas y blandas para desempeñar su papel de manera efectiva, dentro de las habilidades técnicas más importantes se encuentran en el conocimiento de gestión ambiental, que incluye la capacidad para evaluar y mejorar las prácticas sostenibles de la organización, así como el dominio de normativas y estándares internacionales relacionados con la sostenibilidad, como los principios ESG y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Como estamos enfrentando a una posición que podemos definir como relativamente nueva dentro de las organizaciones, la creatividad y la innovación son esenciales, permitiendo al gerente proponer soluciones novedosas para los desafíos ambientales que enfrenta la organización, todo esto debera ser realizado en base a un recurso muy escaso en la actualidad, un liderazgo transformador es clave para inspirar a otros dentro de la empresa a adoptar prácticas sostenibles y fomentar una cultura organizacional comprometida con la responsabilidad social. Un líder sostenible no solo promueve la sostenibilidad como un objetivo, sino que también actúa como un modelo a seguir, inspirando a los colaboradores a adoptar comportamientos responsables. Este tipo de liderazgo se caracteriza por una visión a largo plazo que equilibra los intereses económicos, sociales y ambientales, fomentando un compromiso genuino con el bienestar colectivo.
LAS HABILIDADES DEL LIDER SOSTENIBLE
Además, los líderes sostenibles suelen demostrar empatía y capacidad de escucha, creando un ambiente de trabajo inclusivo donde todas las voces son valoradas. Esto no solo mejora el clima laboral, sino que también potencia la innovación al permitir que surjan ideas creativas para abordar desafíos ambientales. Ahora hablaremos de todos los puntos que no están incluidos en la descripción de puesto, esas habilidades que permiten manejar las expectativas de la alta dirección, quienes a menudo buscan resultados financieros inmediatos, mientras que los beneficios de las iniciativas sostenibles pueden no ser evidentes a corto plazo.